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04 - Gipuzkoako zortzikoak
Gipuzkoako makila txikiena / Uztai txikiena


(Zortzikos de Guipúzcoa) - 3´18
(Danza de palos pequeños / Danza de arcos pequeños)

(Música: Tradicional)
(Arreglos y producción: Joxan Goikoetxea – Alan Griffin)


[Es] [Eus] [Eng] [Fr] [It] [Cat]


Técnico de grabación:
Joxan Goikoetxea
Grabado en el estudio AZTARNA (Hernani - Gipuzkoa) durante el año 2017

Mezclas y mastering digital:
Mikel F.Krutzaga – Musikart Studio (Amezketa - Gipuzkoa).

Alan Griffin: whistle, low whistle y
alboka en sol.

Joxan Goikoetxea: acordeón, sintetizadores
y percusiones.
Fiachra Mac Gabhann: mandolina
Juanjo Otxandorena : bouzouki
Peter Maund: târ y riqq
Juan Arriola: violín

 

El zortziko, baile en 5/8, normalmente con puntillo en la segunda y cuarta corchea del compás, es muy común en Bizkaia y Gipuzkoa. Generalmente se toma por característicamente vasco; incluso podría ser endémico. Las presentes melodías son conocidísimas en Gipuzkoa.

 

Teníamos la ilusión desde hacía muchos años de grabar una tanda de zortzikos y por fin aquí están. A algunos músicos no vascos el zortziko les puede resultar peleón hasta coger el truco de sus tirones espasmódicos. Y es que en este tema hay tres guiris y sólo dos vascos.

Por mi parte, supongo que a estas alturas estoy habituado al zortziko y manejo sus tics casi como si tuviese sangre Rh negativo. Peter por su parte le dio la vuelta al ritmo dejando de contar y permitiéndose llevar por los sentimientos. Y... se me olvidó preguntarle a Fiachra cómo lo consiguió. .

Joxan asegura que estos bailes le llenan el corazón de orgullo vasco. Y con mucha razón. Como a la mayoría de los vascos, el zortziko con puntillo le parece una señal de identidad, como una nariz larga, barbilla puntiaguda, boina, apuestas, coros, montañismo o contar la verdad en momentos inoportunos. Así que me duele tener que señalar un hecho que desconocen la mayoría de los vascos: que casi todos los musicólogos más prestigiosos del país a lo largo del siglo XX han sido enemigos implacables del zortziko. A ver:

Azkue (1901) asegura que el 95% de los zortzikos ‘nacen del fecundísimo seno de la vulgaridad con la misma fácil espontaneidad que brota la mala hierba’.

Donostia (1916) nos recuerda la descripción del zortziko de Pérez Galdós: ‘basura de salón’.

Nicolas Ormaetxea ‘Orixe’ (1920) opina que el zortziko es un recién llegado y además una medida difícil e irregular que choca contra el ritmo natural del euskera. Cita el comentario de Gorosabel que el compás del zortziko se marca bien con dificultad, sobre todo si uno es extranjero (¡Toma!)

Madina (1943) constata que únicamente los zortzikos sin puntillo ‘parecen rezumar una dulzura añeja’.

Fagoaga
(1949) se refiere a un comentario de Rodney Gallop sobre ‘la execrable semicorchea con puntillos’ del zortziko.

Riezu (1973) censura el 'puntilleo enfadoso y machacón de los zortzikos pseudo- vascos’.

Pero al final todo esto es irrelevante. El corazón de Joxan está repleto de orgullo vasco porque el zortziko, sea o no mala hierba, goza de robusta salud en su feudo de Bizkaia y Gipuzkoa. Y es un elemento fundamental de la tradición musical vasca, dijeran lo que dijeran los entendidos.

Otra cosa: el musicólogo Gascue (1913) sostuvo que el compás en 5/8 del zortziko era una deformación del 6/8, explicando que este cambio había resultado porque la fuerza de la gravedad ocasionaba que la batuta de los directores de orquesta tendiera a tardar ligeramente más al alzarse que al descender, por lo cual la segunda mitad del 6/8 se acortarba, para terminar en un 5/8. A lo cual contestó Azkue (1918), advirtiendo que el zortziko no existía en la mayoría de las culturas musicales y preguntando si por ahí los directores de orquesta contrarrestaban los efectos de la gravedad mediante ejercicios gimnásticos antes de subir al quiosco.

Peor, al escucharle grabar el riqq de este tema a Peter, yo hubiera jurado que estaba tocando en 4/4, aunque ahora no lo parezca. ¡He dicho!

 

 

 






Estas danzas junto a la Ezpata-dantza son
consideradas como las más antiguas
conservada hoy en día en Gipuzkoa
y vinculadas a distintas celebraciones y festividades.

Estos dos zortzikos en concreto
pertenecen a un ciclo de danzas
llamado Brokel-Dantza
(danza de los broqueles) que se llevan
a cabo consecutivamente
por nueve o trece integrantes.

Para bailar los dantzaris se colocan en
dos filas, encabezados por su capitán
o director. Los dantzaris interpretan
algunas de estas danzas con las
manos vacías y otras con diferentes
herramientas
que golpean entre sí.
Por su parte el capitán porta
en sus manos un bastón de mando

Ésta es la lista de danzas que componen
la brokel-dantza:
Boastitzea
(paseo),
Agurra
(saludo o reverencia),
Makila txikiena
(danza de palos pequeños),
Brokel makilarena
(danza de broqueles
y palos grandes), Makila handiena
(danza de palos grandes),
Belauntxingo (Villancico),
Uztai txikiena
(danzas de arcos pequeños),
Uztai handiena
(danza de arcos mayores)
y Zinta dantza (danza de cintas).
Se utiliza el mismo vestuario que
el utilizado en el Ezpata-dantza.


Makila txikiena
o danza de palos pequeños


Pertenece a una serie de juegos
de danzas que entran dentro
de los bailes con instrumento
y en general tienen la misma estructura;
actuación individual del capitán,
zortziko ejecutado por el grupo,
y juego realizado entrechocando
las herramientas.

El capitán lleva consigo el bastón
de mando y los dantzaris palos pequeños,
palos grandes o broqueles
(de madera o de chapa).
Bailan golpeando los instrumentos
y mediante diferentes pasos
cambian de posición,
para que finalmente cada uno
vuelva a su posición inicial.



Uztai txikiena o danza de arcos pequeños

Son bailes que se ejecutan con herramientas.
Por tanto, tienen una estructura muy parecida
a las demás; el capitán bailará individualmente,
después el grupo bailará el zortziko,
y finalmente los dantzaris danzarán el juego con sus herramientas.

 

 

 

 

 

 

 



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Desconozco el alcance de los comentarios de Alan en este tema pero puedo imaginar por dónde va a disparar...

En efecto, disfruto mucho tocando zortzikos y siento una especie de cosquilleo que (alguna vez he cometido la torpeza de confesárselo) se parece a esa cosa llamada orgullo...

Grabamos estos 2 zortzikos en Lau anaiak (2004) pero finalmente no entraron en la edición definitiva y quedamos en volverlo a intentar en otro momento. Voilá!

Como dijo aquel conocido entrenador de fútbol, en aquella ocasión pareciamos 'pollos sin cabeza correteando por el campo...'

Claro está, me metí en el estudio con cuatro excelentes músicos pero... todos ellos extranjeros (Peter Maund-California, Zohar Fresco-Israel y Fiachra Mac Gabhann y el propio Alan de Irlanda). ¿Conclusión? No pude llegar al climax... Un maremagnum de acentos, puntillos, polirritmias, y exceso de velocidad malograron la intentona...

Esta vez en cambio, aunque la horda de extranjeros ha sido practicamente la misma (gaita incluida) me he visto flanquedo por Juan Arriola y Juanjo Otxandorena, dos fornidos euskaldunes, que a la velocidad adecuada me han ayudado a llevar la aventura a buen puerto.

Y por si eso fuera poco los guiris me vieron grabar los efectos sonoros creados con los palos y los arcos de madera con lo que, por si quedaba alguna duda, quedaron totalmente disuadidos y convencidos sobre quién llevaba allí la voz cantante, el acento y el dichoso puntillo...


Gora gipuzkoarrak!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 








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